En Creta vivia un rey llamado Minos, este rey poseía grandes riquezas y algo que nadie tenía: un hijo de fuerza extraordinaria, con cabeza de toro al cual lo llamó Minotauro.
Minos pensó ponerlo en lugar seguro, de donde no pudiera escapar, así que le encargo a Dédalo, un gran arquitecto, que construyera un enorme y complicado laberinto.
Minos pensó ponerlo en lugar seguro, de donde no pudiera escapar, así que le encargo a Dédalo, un gran arquitecto, que construyera un enorme y complicado laberinto.
Dédalo aceptó y junto con su hijo Ícaro, empezaron a hacer el laberinto. Cinco años después terminaron el laberinto, solo ellos sabían el camino correcto. El rey Minos quedó satisfecho, pero tuvo miedo de que Dédalo e Ícaro revelaran el secreto del laberinto por eso nos les dejó salir de la ciudad. | |
Dédalo se dio cuenta que escapar de la isla sería imposible por el mar, ya que el rey Minos ordenó a todos los soldados de su ejercito a vigilar las playas de día y de noche. Pero Dédalo era un hombre muy ingenioso e ideó un maravilloso plan, consistía en escapar volando como las aves. | |
Dédalo e Ícaro se dedicaron a reunir muchas plumas de las aves que sobrevolaban la isla y juntándolas todas las unieron con cera de abeja. Sin que nadie los viera, pegaron las plumas y construyeron dos pares de alas. Cuando estuvieron listas, Dédalo pegó un par de alas en la espalda de Ícaro y otro par en su propia espalda. | |
Y Dédalo dijo a Ícaro que tenían que salir de la isla pero debian de tener cuidado de no volar demasiado alto, pues el sol derretiría la cera. Dédalo e Ícaro iniciaron el vuelo, a Ícaro le pareció tan hermoso de volar como los pájaros, que olvidó las advertencias de su padre. Voló, voló y voló más alto cada vez que el no escuchaba los gritos desesperados de su padre. | |
El calor de sol empezó a derretir la cera de las alas de Ícaro, las plumas comenzaron a desprenderse, hasta que las alas no soportaron más el peso de Ícaro y cayó ante la mirada atónita de su padre. Según la leyenda que las plumas quedaron flotando sobre el mar y tiempo después se formaron las islas Ícaras, llamadas así en recuerdo del joven que intentó volar al sol. |