A menudi, cuando por una parte Píramo, y por otra Tisbe, cuando habían tomado el aliento de sus bocas se preguntaban que porque la pared no se podía abrir mas para poder amarse.
Un día decidieron escapar juntos. Acordaron hora y quedaron en el sepulcro de Nino.
Tisbe llegó al lugar acordado antes que Píramo y de repente apareció un leon. Del susto que se llevó a Tisbe se fue corriendo y se le cayó un pañuelo y el león lo despedazo y manchandolo de sangre.
Píramo cuando llegó al lugar vió el pañuelo ensangrentado y se creyó que se la había comido el león , cogió el pañuelo y le empezó a dar besos.
Sus lamentos eran tremendos y desgarradores pero Tisbe no los oyó. Píramo desesperado cogió la espada y se la clavo en el pecho.
La sangre que brotó de la herida tiñó de rojo las blancas moras del árbol.
Tisbe lo busco por todas partes, hasta que se lo encontró casi muerto. Entonces ella cogió la misma espada, con la que se había matado Píramo, se la puso en el pecho y se lanzó sobre ella. Y murieron los dos amados abrazados.
Píramo cuando llegó al lugar vió el pañuelo ensangrentado y se creyó que se la había comido el león , cogió el pañuelo y le empezó a dar besos.
Sus lamentos eran tremendos y desgarradores pero Tisbe no los oyó. Píramo desesperado cogió la espada y se la clavo en el pecho.
La sangre que brotó de la herida tiñó de rojo las blancas moras del árbol.
Tisbe lo busco por todas partes, hasta que se lo encontró casi muerto. Entonces ella cogió la misma espada, con la que se había matado Píramo, se la puso en el pecho y se lanzó sobre ella. Y murieron los dos amados abrazados.
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